El prisma de Newton fue creado precisamente por Isaac Newton, el científico más creativo y completo que ha dado la historia, por supuesto, entre sus muchos estudios científicos, no escapó a la fascinación de la luz y a su estudio.
En 1667 presentó ante la Royal Society su experimento sobre la descomposición de la luz solar.
Cuando a finales de la década de 1660 experimentaba con la luz y los colores, muchos de sus contemporáneos creían que el color era una mezcla de luz y oscuridad y que los prismas teñían la luz. Pero pese a la opinión dominante, él creía que la luz blanca no era la entidad simple que Aristóteles pensaba que era, sino una mezcla de rayos muy distintos que correspondían a los diferentes colores.
En óptica, un prisma es un objeto capaz de refractar, reflejar y descomponer la luz en los colores del arcoíris. Generalmente, estos objetos tienen la forma de un prisma triangular, de ahí su nombre. En geometría, un prisma es un poliedro limitado por dos polígonos iguales y paralelos llamados bases, y varios paralelogramos llamados caras laterales.
El prisma de Newton es un curioso experimento que hará las delicias de mayores y pequeños.